Condiciones Generales de conservación y/o utilización
Mantener el producto entre 0 y 4ºC.
Origen
Producido en España por Antonio de la Rosa (Burgos)
Fecha de duración/caducidad
3 meses aproximadamente
Ingredientes
Cebolla, arroz (22%), sangre, manteca de cerdo, harina de arroz, sal, especias y tripa de colágeno. Cocinar antes de consumir
Información Nutricional
Valores mostrados por 100grs: Valor energético: 879 KJ (210Kcal.) Grasas: 11.50g de las cuales saturadas: 5.51g Hidratos de carbono: <20.19g De los cuales azúcares: <1.08g Proteínas: 6.48g Sal: 1.19.
¿Cómo lo preparo?
La morcilla de Burgos se puede cocinar a la brasa, elaborar en la sartén o plancha, o al horno. Si la haces a la brasa, pincha la piel para evitar que reviente, y vigila para que la grasa no prenda llamas. Si la haces en la sartén o al horno, corta rodajas gruesas y pásalas por harina, y cocina despacio, sin grasa. Si lo prefieres, puedes sacar la carne de la morcilla de su piel y saltearla hasta que esté dorada, con piñones y pasas, dándole un toque diferente.
¿Con qué lo acompaño?
Las morcillas de Burgos son un aperitivo excelente, tanto en montados como en tapas. Prueba a acompañarlas de pimientos de piquillo pasados por la plancha o dales una vuelta en la sartén. Para un plato más completo, las morcillas de Burgos son junto a los chorizos frescos, la pareja ideal de huevos fritos y patatas.
¿Y si sobra?
Las morcillas no quedan ricas recalentadas, así que cocina sólo las que vayan a consumirse y deja las que sobren en la nevera y estarán estupendas para otra ocasión. De todas formas, si sobra morcilla ya cocinada, puedes utilizarla añadiéndola a platos de legumbres como judías, lentejas y similares.
¿Qué vinos o bebidas le van?
Un vino tinto es la compañía perfecta de nuestra morcilla de Burgos, pero también podrás disfrutarla con cerveza y otras bebidas de tu gusto.
Trucos (conservación, sal, etc)
Las morcillas de Burgos de Carne Villa María vienen perfectamente condimentadas, por lo que no tendrás que añadir sal al cocinarlas. Guárdalas en la nevera durante unos días sin problemas. Si la piel perdiese su frescura, antes de cocinar las morcillas puedes retirarla y comerte el interior.
¿Sabías que?
Los ingredientes clásicos de la morcilla son sangre, arroz y cebolla, acompañados de las especias y condimentos. Lo de la sangre suena mal, pero ¿a que está riquísima?